Los investigadores aún no están seguros de por qué beber más agua ayuda a las personas a adelgazar, pero muchos estudios muestran una correlación positiva entre el mayor consumo de agua y la pérdida de peso.

A continuación, te damos seis razones por las cuales el agua puede ayudar a perder peso.

1. El agua elimina el exceso de apetito.

Cuando el estómago se da cuenta de que ha alcanzado su límite, envía señales al cerebro para comunicarle que ya está lleno y que puede dejar de comer. Por ese motivo, beber agua antes de comer es recomendable ya que le quita espacio en el estómago a los alimentos.

Una persona también puede pensar que tiene hambre cuando en realidad lo que tiene es sed. Beber un vaso de agua antes de comer puede ayudar a frenar el “comer por comer” o la llamada “gula”.

En el año 2014 se hizo un estudio en el que 50 mujeres con sobrepeso bebieron 500 ml de agua, además de su consumo diario, antes de cada desayuno, comida y cena durante 2 meses.

¿Cuál creéis que fue el resultado?: Perdieron peso, grasa corporal y disminuyó su índice de masa corporal. Además, la mayoría coincidía en que había notado una reducción del apetito.

2. El agua aumenta la quema de calorías.

Así es: el consumo de agua potable es un aliciente para quemar más calorías.

A la par del estudio anterior, se comprobó que las personas al beber agua potable, tanto fría como del tiempo, aumentaron el gasto de energía. Concretamente, entre un 2 y un 3 por ciento más de lo normal durante la hora y media posterior a beber. También se comprobó que aumentaba temporalmente estando en reposo y descansando.

Y para las personas que bebieron agua fría los beneficios fueron aun mayores, ya que el cuerpo gasta energía al calentar el agua durante la digestión.

3. El agua elimina los desechos y las heces del cuerpo.

Cuando el cuerpo se encuentra deshidratado, no puede eliminar de manera correcta todos los desechos como orina o heces.

Por eso, el agua tiene una función fundamental al ayudar a los riñones a filtrar toxinas y desechos mientras que el órgano retiene los nutrientes y los electrolitos esenciales. Si estuviera deshidratado, sería el riñón el que retendría los líquidos, pudiendo dar lugar a complicaciones en función del grado de deshidratación.

La deshidratación también puede provocar cacas duras y estreñimiento . El agua mantiene los desechos en continuo movimiento ablandando las heces endurecidas. Además, ayuda al cuerpo a recuperarse cuando existen problemas digestivos como la diarrea o los cortes de digestión.

Por si fuera poco, si acumulas desechos en el cuerpo como consecuencia de no beber agua, probablemente te sientas hinchado. Y debes saber que aparte de ser una sensación no muy agradable, la hinchazón puede sumarte algunos cm a tu cintura.

Así que ya sabes, beber agua y adelgazar van de la mano: Si bebes agua te mantienes hidratado, no retienes desechos, y ganas algunos cm en tu cintura.

4. Beber agua hará que consumas menos calorías líquidas y te ayudará a adelgazar

Se trata de algo evidente: si cuando tienes sed bebes agua en vez de refrescos, reducirás calorías líquidas.

Muchas personas piensan que bebidas como la coca cola, Nestea, fanta, redbulls… no engordan mucho. Pues tú que estás leyendo esto debes saber que eso es un ERROR con mayúsculas.

Por citar un caso en concreto, se llevó a cabo un estudio en el que dividieron a los participantes en personas que bebían agua durante las comidas y personas que bebían refrescos. El resultado fue que los que bebían agua perdieron un 14% más de peso que los que tenían refrescos.

5. Se necesita beber agua para quemar grasa y adelgazar

Sin beber agua, al cuerpo le resulta imposible metabolizar correctamente la grasa almacenada o los carbohidratos .

El proceso en el que se metaboliza la grasa se llama lipólisis. El primer paso de este proceso es la hidrólisis, que ocurre cuando las moléculas de agua interactúan con los triglicéridos (grasas) para crear glicerol y ácidos grasos.

Beber el agua necesaria es imprescindible para quemar grasas de los alimentos y bebidas, así como la grasa acumulada.

Una estudio realizado en el año 2016 concluyó que una ampliación de la ingesta de agua llevaba a un aumento de la lipólisis y una reducción de grasa.

6. Beber agua te echará una mano con los ejercicios

Cualquier objetivo de pérdida de peso depende en gran parte del ejercicio realizado.

El agua ayuda a que los músculos y las articulaciones se muevan como es debido. También a que los pulmones, el corazón y otros órganos vitales funcionen de correctamente a medida que aumentan su actividad durante el ejercicio.

Por eso, estar hidratado aminora el riesgo de las adversidades que pueden surgir en un entreno, como calambres o la fatiga. Para evitar esto, se recomienda beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio. Truco: ten una botella de agua siempre cerca.