Cada vez son más las personas que empiezan a ponerse en forma y a cuidarse, eligiendo el camino de llevar una vida sana y saludable. Este camino se basa en 3 pilares fundamentales:

  • La alimentación
  • El descanso
  • El entrenamiento

Si alguno de estos 3 pilares cae, el objetivo se empieza a tambalear y puede verse comprometido. Por eso es importante no descuidar ninguna de estas facetas.

En este post vamos a hacer hincapié en el último, el entrenamiento. Normalmente, es el primer paso que se da cuando se busca un cambio físico. Probablemente sea el más difícil y duro de dar, pero pasado un tiempo, es el que más satisfacción suele dar.

Y es que, hacer ejercicio hace que el organismo libere endorfinas, la llamada hormona de la felicidad. Por ello, las personas que llevan un tiempo entrenando (sea cual sea el deporte o la disciplina correspondiente), sienten una gran mejoría anímica respecto a lo que eran sus vidas antes de comenzar a hacer ejercicio.

Una de las formas más populares de ponerse en forma, empezar a deshacerse de esos kilitos de más y comenzar a quemar grasa corporal es salir a correr. Se trata de un ejercicio que nunca pasa de moda y que en los últimos tiempos está en auge.

Digamos que empiezas a correr porque quieres ponerte en forma y tener un peso saludable. Lo intentas y te gusta, así que lo incorporas a tu rutina. Después de un mes saliendo, notas que tu ropa te queda mejor. Te das cuenta de que tu técnica, tu velocidad y tus tiempos van mejorando. Estás logrando cosas, ganando a otros y te pica ese gusanillo de superación cuando corres.

Pero no es suficiente y poco a poco vas queriendo más. Cinco kilómetros ya no te desafían tanto como antes, por lo que pasas a hacer un par de kilómetros más. Al cabo de un mes vuelves a subir otra vez. Y otra vez. Y otra. Se convierte en una bola de nieve que cada vez se va haciendo más grande. ¿Por qué no pasar de los 10 km a una media maratón?

 

Carreras Populares: De no hacer nada a participar en eventos deportivos con Photocall y banderas personalizadas

Y llegados a este punto en el que llevas un tiempo corriendo, sintiéndote mejor y mejorando tus marcas, empiezas a valorar la idea de apuntarte a tu primera carrera. Eso que veías tan lejos cuando te planteabas un cambio de vida, pasados unos meses es una realidad.

Los eventos y carreras hoy en día son una excelente manera de hacer deporte, conocer gente y divertirse al mismo tiempo. Además, te “obligan” a tener que prepararte durante los meses previos.

¿Te imaginas estar corriendo como los profesionales por un circuito repleto de banderas personalizadas, perfectamente señalizado, con tu acreditación y tu propio dorsal?

Es una experiencia que todo deportista debería probar al menos una vez en la vida. Aunque probablemente, quien la pruebe una vez más tarde repita.

Lo mejor de todo es que estos eventos no acaban cuando cruzas la línea de meta, te haces la foto de recuerdo en el photocall y se produce la entrega de premios.

Luego queda la mejor parte: intercambiar impresiones con otros corredores, conocer gente, tomar algo e incluso intercambiar teléfonos para quedar a entrenar.

Y es que, quien piense que el deporte no une, está muy equivocado.