«¿Por qué todavía quiero comer cuando estoy lleno?»
Todos llegamos a esta pregunta una vez que estamos hartos de comer en exceso.
El deseo de comer cuando no tienes hambre es uno de los impulsos más frustrantes que existen, y frenar estos atracones al comer es algo muy importante si queremos lograr el objetivo de lucir un cuerpo sano y saludable.
A continuación, te explicamos las razones del comer por gula y cómo evitarlo:
Comer por gula, ¿por qué lo hacemos? Razones psicológicas de seguir comiendo al estar lleno
Los siguientes consejos para dejar de comer por gula están totalmente enfocados a la psicología, porque comer en exceso no tiene casi nada que ver con la comida.
Más bien, la clave es dominar tu mente. En primer lugar, debes abordar los bloqueos mentales que provocan comer en exceso. ¡a por ello!
Estas son las 10 razones principales por las que aún quieres comer cuando estás lleno:
1. Estás deshidratado
A veces, el deseo de comer cuando no tienes hambre es simplemente causado por la deshidratación. Recuerda que beber agua, además de combatir la deshidratación, es muy buen truco para adelgazar.
Solución: Bebe dos vasos de agua antes de comer para hacer que la tripa no esté vacía, provocando en el cuerpo una sensación de ligera saciedad.
Esto funcionará para un pequeño porcentaje de personas. Sin embargo, aquellos con problemas reales de alimentación compulsiva necesitarán más que este pequeño truco.
2. Tienes los alimentos a la vista
¿Alguna vez te ha pasado que comes algo solo porque está allí?
Por ejemplo, cuando entras a la oficina y ves un bote de galletas (que siempre está en el mismo lugar) y te comes alguna aunque no tengas hambre.
Esto es comer en exceso debido al mal diseño del entorno. Y afortunadamente, esto es muy fácil de arreglar.
Solución: Intenta reorganizar tu hogar y tu oficina para mantener los alimentos fuera de la vista. A veces, tener las cosas fuera de la vista ayuda a mantenerlas fuera de la mente.
Nuevamente, esto funcionará para un pequeño porcentaje de personas. Aquellos con verdaderos problemas de alimentación compulsiva deberán seguir cavando para no comer por gula. ¡Sigamos adelante!
3. ¡Es una ocasión especial! = Comer por gula
Las ocasiones especiales son un lugar común para pecar y comer en exceso. Incluso si llegas al evento con el estómago lleno, tu mente puede comenzar a gritar:
“¡Tomemos un poco de vino! ¡Comamos un poco de pastel! ¡Arrasemos con todo, es una ocasión especial!»
Las celebraciones son divertidas y mereces vivir tu vida. Pero ten en cuenta que no necesitas comer para celebrar.
Solución: Hay muchas otras formas de celebrar y festejar que comiendo. ¡Prueba con abrazos, una buena conversación, un paseo o yéndote a comprar ese capricho que tanto estás deseando!
4. Tus amigos te presionan a comer con ellos
Los entornos sociales casuales también pueden llevar a comer en exceso.
¿A quién no le ha pasado que su amig@ se ha ofendido cuando al ofrecerte comida la has rechazado?
Bien, no debes sentirte mal por ello. Respóndele educadamente que no quieres comer por gula ya que estás intentando cuidarte. Seguro que lo entiende.
Solución: Rodéate de amigos que te apoyen y que tengan hábitos alimenticios saludables.
5. Te sientes obligado a no dejar nada en el plato
Ahora estamos llegando a algunas de las cuestiones más profundas del comer por gula. El comer por no tirarlo es a menudo un gran desencadenante para muchas personas.
El miedo a desperdiciar alimentos, hace que la gente coma aunque no tenga hambre.
Para muchos, esta compulsión proviene de la infancia cuando fuimos educados para comer hasta que nuestros platos estuvieran vacíos. Aunque ahora todos somos «adultos», esto tiene un gran impacto en nuestra salud.
Solución: Sírvete platos pequeños y si te quedas con hambre repite. Si estás comiendo fuera de casa en un restaurante, pide un tupper y llévate las sobras. Que no te de vergüenza, hay mucha gente muriendo de hambre y se trata de un gesto muy solidario.
6. Buscas el placer en la comida
Cuando no hay suficiente placer y alegría en tu vida, buscarás ese placer en la comida. Se llama comer hedónico.
Como humano, es natural buscar placer en la comida porque hemos sido creados para buscar cualquier forma de placer y evitar todo tipo de dolor.
Es por ello que a veces el deseo de comer cuando no tienes hambre es en realidad solo un deseo de alegría. ¡La necesitamos! Pero no tienes por qué conseguirla con la comida.
Solución: Encuentra tu alegría lejos de la comida.
7. Evitas el dolor y las penas comiendo
Los consumidores compulsivos a menudo usan los alimentos para escapar de los sentimientos de estrés, vergüenza, inseguridad, incertidumbre, miedo o soledad
Nuestro cerebro primario está conectado para evitar el dolor, incluido el dolor emocional, y la comida sabrosa brinda alivio. Pero no la solución que quieres.
Solución: Consuélate de otras maneras cuando estés triste, como por ejemplo haciendo ejercicio. Es una excelente vía de escape de todos los problemas.
8. Comer por gula cuando estás cansado
¿Cuántas veces has vuelto a casa después de un largo día y todo lo que quieres hacer es comer aunque no tengas hambre?
Te sorprendería con qué frecuencia esto se debe únicamente al agotamiento físico.
Solución: ¡Échate una siesta! Si no tienes hambre, no debes comer por gula. En cambio, debes descansar para recuperar energías.
9. ¡Crees que no tienes fuerza de voluntad, pero en realidad la tienes!
A pesar de la creencia popular, comer por gula rara vez es un problema de fuerza de voluntad.
La falta de fuerza de voluntad no es la razón por la cual comer solo frente a la nevera a medianoche. Más bien, tiene que ver con nuestro deseo desesperado de consolarnos y cuidarnos.
10. Tu mente quiere lo que no puede tener
Cuando te auto-prohibes comer algo, inmediatamente esa comida se vuelve aún más especial para ti. Esta es la razón por la restricción dietética es una de las mayores causas psicológicas de comer en exceso.
Por eso, dejar la dieta por completo en realidad te ayuda a comer menos. Existe un verdadero miedo a aumentar de peso si dejas de hacer dieta, pero solo debes confiar en ti y en tu cuerpo.
Solución: Deja de decirte a ti mismo que no puedes comer ciertos alimentos para que esos alimentos no se transformen en tu único deseo.